Un año después del mega-incendio de Viña del Mar y a un escaso 26% de avance en las labores de reconstrucción de la zona, la oficina ELEMENTAL y las autoridades locales dieron inicio a la construcción de un proyecto de vivienda prefabricado en uno de los barrios residenciales más afectados por la catástrofe. Se trata de un edificio habitacional de densidad media y estructura metálica modular que pretende servir como punto de partida para otros proyectos similares, en respuesta a lo que se califica hoy como uno de los eventos más catastróficos en la historia reciente de Chile. El objetivo, declarado tanto por Alejandro Aravena como por la alcaldesa de la ciudad, Macarena Ripamonti, es que la tecnología y el modelo de gestión detrás de este proyecto sirva como precedente para entregar soluciones habitacionales rápidas y definitivas en escenarios de emergencia.
A medida que reflexionamos sobre los tumultuosos eventos de 2023, se hace evidente que los desafíos planteados por los cambios en las condiciones ambientales han dejado una marca indeleble en las comunidades de todo el mundo. En respuesta, arquitectos y urbanistas se han propuesto buscar formas en las que sus acciones puedan ayudar a crear entornos más seguros para las comunidades de todo el mundo, respondiendo tanto con arquitecturas de emergencia de rápida implementación, como con estrategias a largo plazo para construir resiliencia y mitigar riesgos.
Más allá de simplemente responder a eventos como los devastadores terremotos en Turquía, Siria y Marruecos, o las inundaciones generalizadas en Libia o Pakistán, los profesionales están intentando adoptar enfoques proactivos, desarrollando estrategias que van desde la modelización predictiva hasta la aplicación de técnicas de renaturalización o la investigación continua sobre la física de estructuras más seguras y resistentes.
COP28, o la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023, se llevó a cabo en Dubai del 30 de noviembre al 13 de diciembre. La reunión anual reúne a representantes de 198 países, así como líderes de la industria, para discutir y establecer estrategias para limitar la magnitud del cambio climático y sus efectos adversos. El objetivo final de estas reuniones es encontrar formas de limitar el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 grados Celsius en comparación con los tiempos preindustriales. En este momento, el aumento de la temperatura global ya está en 1,2 grados Celsius. Dado que la industria de la construcción en su conjunto representa el 39% de las emisiones globales, los arquitectos y planificadores tienen un interés compartido en los resultados de esta cumbre internacional. Sigue leyendo para descubrir algunos de los puntos clave de la COP28.
El 30 de noviembre de 2023 comienza la cumbre climática COP28 de la ONU en Dubái, Emiratos Árabes Unidos. El nombre significa Conferencia de las Partes bajo la UNFCCC y simboliza la reunión anual de los gobiernos mundiales con el propósito de establecer estrategias para limitar el alcance del cambio climático y sus efectos adversos. La cumbre del año pasado concluyó con varias medidas importantes, incluida la promesa de un fondo global destinado a brindar ayuda financiera a los países en desarrollo afectados por desastres climáticos.
El objetivo principal de la COP es reforzar los compromisos del Acuerdo de París, firmado en 2015, que busca mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 grados centígrados. Dado que la industria de la construcción representa el 39% de las emisiones globales, la arquitectura juega un papel importante para ayudar a reducir nuestra huella de carbono, lo que hace de la COP28 un evento crucial para los arquitectos.
El Consejo de Diseño de Türkiye (TDC) ha reunido a 13 prácticas de diseño, incluyendo a Foster + Partners y Bjarke Ingels Group, para contribuir a la revitalización de la histórica provincia de Hatay, un área gravemente dañada por el terremoto de magnitud 7.8 en febrero de este año. Foster + Partners ha sido seleccionado para liderar el diseño y planificación del nuevo plan maestro para la ciudad de Antakya, conocida en la antigüedad como Antioquía, mientras que otras oficinas, incluyendo las prácticas turcas DB Architects y KEYM (Centro de Renovación Urbana), trabajarán juntas para crear una visión para la reconstrucción de la ciudad. Se espera que el plan maestro se revele en su totalidad en 2024.
En el lapso de una semana, dos desastres naturales golpearon a naciones del norte de África. El lunes 11 de septiembre, poco después de que un terremoto importante afectara las Montañas del Alto Atlas de Marruecos, la tormenta Daniel tocó tierra en el noroeste de Libia, provocando el colapso de dos presas, que liberaron torrentes de barro y agua en la costa del país, causando la muerte de miles de personas y destruyendo gran parte de la ciudad portuaria de Derna, así como otras ciudades y pueblos como Benghazi, Bayda y al-Marj. Todavía se está evaluando la magnitud del desastre, con más de 10,000 residentes aún desaparecidos y miles de personas desplazadas. Vecindarios enteros de Derna, una ciudad atravesada por el río inundado Wadi Derna, han sido arrasados.
El viernes 8 de septiembre, un terremoto de magnitud 6.8 golpeó la cordillera del Alto Atlas de Marruecos. El epicentro se ubicó a solo 72 kilómetros al suroeste de Marrakech, la cuarta ciudad más grande del país y un destino turístico popular. El terremoto es el más fuerte en golpear el centro de la nación en más de un siglo. Al momento, las estimaciones sitúan el número de víctimas en más de 2.000 y aún más en heridos, pero a medida que varias ciudades y pueblos permanecen inaccesibles en las montañas, se espera que el número aumente. Además del costo humano, varios lugares históricos, incluidos sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO, han sido afectados, mientras que testigos presenciales en las estribaciones de las montañas informan que varias ciudades remotas han sido completamente destruidas, según CNN.
Shigeru Ban Architects, en colaboración con Voluntary Architects’ Network, ha desarrollado una versión mejorada de la vivienda temporal desarrollada para ayudar a los afectados por el reciente terremoto de Turquía-Siria. El nuevo prototipo representa una actualización del sistema de tubos de papel implementado en el noroeste de Turquía después del terremoto de 1999. Esta nueva versión tiene en cuenta cuestiones de eficiencia y la necesidad de minimizar el tiempo de construcción en el sitio.
Un gran terremoto de magnitud 7,8 golpeó el centro de Turquía y el noroeste de Siria este lunes 6 de febrero por la mañana, con un segundo terremoto de magnitud 7,4 reportado unas horas más tarde en la misma región, según informes de The Guardian. Entre las áreas más afectadas se encuentra Gaziantep, ubicada a 250 kilómetros de la frontera con Siria y a 80 kilómetros del epicentro del terremoto en Kahramanmaraş. Los temblores se sintieron en lugares tan lejanos como el Líbano, Grecia, Israel y la isla de Chipre. Las autoridades aún están evaluando el número de víctimas, ya que se han desplegado equipos de rescate locales e internacionales para buscar sobrevivientes. Las primeras estimaciones informan que más de 1.700 edificios se han derrumbado o han sufrido daños graves, según lo confirmado por el vicepresidente de Turquía, Fuat Oktay.
El cambio climático ha sido uno de los temas más apremiantes este año, y por una buena razón. Sus efectos son visibles no solo en los hábitats naturales, sino también en los entornos urbanos. La industria de la construcción juega un papel importante en esta dinámica. A lo largo del año, eventos como la COP27 destacaron la importancia de los esfuerzos para lograr cero emisiones netas y los desafíos que enfrentan los países en desarrollo afectados por desastres naturales cada vez más devastadores. Las posibles direcciones para el desarrollo incluyen acciones en varias etapas y escalas, desde la optimización de espacios verdes para la gestión del calor urbano, hasta el uso de materiales de construcción locales e innovadores para minimizar la huella de carbono, o la aprobación de leyes que ayuden a crear entornos urbanos y naturales más sostenibles.
Este artículo representa un resumen de los artículos publicados en ArchDaily durante el año 2022 con temas relacionados con el cambio climático y el potencial de la arquitectura para marcar la diferencia. Divide el tema en cuatro preguntas principales: ¿Qué están haciendo las ciudades para mitigar el calor urbano? ¿Cómo lidiar con el aumento del nivel del mar? ¿Qué fue la COP27 y por qué es importante? ¿Pueden los materiales de construcción ayudar a lograr estos objetivos? La última sección presenta un panorama de la nueva legislación aprobada a lo largo de 2022, como una forma de entender cómo los gobiernos estatales y municipales están imponiendo esta necesidad de cambio.
Las torrenciales lluvias monzónicas, y en parte debido al derretimiento de los glaciares en las montañas del norte de Pakistán, han provocado inundaciones devastadoras que han cubierto más de un tercio de la superficie del país. Según cálculos de la BBC y la ONU, alrededor de 33 millones de paquistaníes, una de cada siete personas, se han visto afectados por las inundaciones, ya que más de 500.000 casas han quedado destruidas o gravemente dañadas. Las aguas de las inundaciones también se llevaron unas 700.000 cabezas de ganado y dañaron más de 3,6 millones de acres de cultivos. La provincia de Sindh es la más afectada, ya que recibe un 464 % más de lluvia que el promedio de 30 años.
Este agosto, cuando cientos de incendios forestales oscurecieron el cielo sobre mi casa en Corte Madera, California, a miles de millas de distancia en Florida, mi familia se preparó para el viento y las inundaciones cuando dos huracanes se precipitaron hacia el Golfo de México. Todos nos acurrucamos ansiosos mientras los desastres provocados por el cambio climático causaban estragos. Durante semanas, la calidad del aire en California fue demasiado peligrosa para que abriéramos las ventanas o saliéramos. En Pensacola, la marejada ciclónica del Golfo fue de varios pies de profundidad alrededor de la casa de mi familia y los fuertes vientos derribaron robles maduros en su jardín.
Las playas de las costas en Quintana Roo han sufrido una fuerte plaga de sargazo los últimos meses afectando a los habitantes locales quienes se han dedicado a limpiar las playas exhaustivamente día con día. Diversos medios han comentado que la causa del sargazo es aún desconocida sin embargo, algunas teorías lo relacionan al cambio climático y a los cambios del Océano Atlántico.
Hace exactamente un año, un sismo de magnitud 7.1 sacudió a por lo menos nueve estados de México dejando diversas zonas gravemente afectadas dentro de la Ciudad de México, Puebla, Morelos, Oaxaca, Veracruz, Tlaxcala, Guerrero y el Estado de México. Son doce meses los que han transcurrido en una lucha constante por reparar los vestigios de aquella pesadilla que inundó las calles en donde con día, renacía la esperanza de un fenómeno social que detonó comunidades efervescentes que brotaban para levantar las construcciones que nos conformaban.
Sin duda el 19S representó un momento clave para recordarnos lo frágiles que somos, pero también lo fuertes que podemos llegar a ser cuando se trabaja conjuntamente. Nos recordó la importancia de poner el cuerpo en el sitio y de dialogar para encontrar las soluciones adecuadas de las comunidades y nos hizo repensar el funcionamiento de las ciudades así como de sus periferias, pero sobre todo nos hizo repensar nuestra práctica como arquitectas y arquitectos. Entendimos crudamente cómo funciona la política y el poder del país, se generó una verdadera crítica que asomaba las fracturas que dejó la corrupción y nuestra escasa preparación para este tipo de desastres naturales. El 19S fue, entre muchas otras cosas, un recordatorio de dónde estamos parados y nuestro deber como habitantes de este territorio.
Observando la Ciudad de México hoy—una metrópolis densamente poblada, donde el espacio vacío es escaso—es difícil imaginar que hace algunas décadas, tras un sismo devastador el 19 de septiembre de 1985, más de 400 edificios colapsaron, dejando una serie de heridas abiertas esparcidas por el paisaje urbano.
Exactamente treinta y dos años después, el aniversario de ese desastre se conmemoró en la ciudad con un simulacro de evacuación. Algunas horas más tarde, comprobando que la realidad es en ocasiones más extraña que la ficción, el suelo nuevamente comenzó a temblar, abriendo paso a lo que sería otro de los desastres más mortales en la historia de la ciudad. Una vez más, colapsaron decenas de edificios, dejando un número de muertes que incrementaba hora con hora y eventualmente alcanzó los 361, así como multitudes de ciudadanos deambulando por las calles, intentando localizar a sus seres queridos a través de la debilitada cobertura de sus celulares. “Acabábamos de evacuar por el simulacro,” se repetía, como una mantra colectiva. “¿Cómo pudo pasar esto de nuevo?”
Ban, junto con miembros de la VAN y estudiantes voluntarios, está construyendo un sistema de partición en centros de evacuación hechos con tubos de papel y cortinas de tela. Las estructuras temporales tienen la intención de ofrecer privacidad para las víctimas de las inundaciones, formando una unidad modular de 2x2 metros.
https://www.archdaily.mx/mx/898381/shigeru-ban-disena-refugios-temporales-para-las-victimas-de-las-inundaciones-en-japonNiall Patrick Walsh
Si vives en una zona de huracanes, ¿cómo puedes construir un hogar que sobreviva a los vientos más fuertes de la Tierra? En este video, presentado por la serie "Hogar del Futuro" de The Verge en colaboración con Curbed, los diseños del fabricante de hogares pre-fabricados Deltec muestran una casa específicamente capaz de soportar condiciones climáticas extremadamente hostiles. Este video demuestra cómo resistió al Huracán Harvey.
https://www.archdaily.mx/mx/886712/como-construir-un-hogar-en-una-zona-de-huracanesAD Editorial Team
El 25 de Mayo de 2015, Ciudad Acuña en el estado de Coahuila se vio gravemente afectada por el paso de un tornado categoría 4 con vientos sostenidos de más de 260 km/h, un fenómeno atípico e impredecible, que afectó al menos 3,446 viviendas en los fraccionamientos Las Aves, Santa Teresa, Altos de Santa Teresa y Ampliación Santa Rosa.
Ante la emergencia, el INFONAVIT visitó la zona afectada de inmediato y activó el nuevo protocolo de atención a desastres naturales, cuyo fundamento se enfoca principalmente en la las familias de las viviendas afectadas.