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Arquitectos: Architectural Bureau G.Natkevicius & Partners
- Área: 214 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Lukas Mykolaitis
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Proveedores: Focus, JUNG, NIBE, Oty Light
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En las afueras de Vilna, enclavada en un entorno natural, se alza una vivienda unifamiliar de una sola planta cuya arquitectura desafía audazmente las formas convencionales. El centro del edificio lo ocupa una planta triangular inesperada pero ejecutada con precisión, que se convierte en la clave de toda la composición arquitectónica y de la experiencia espacial.
Esta geometría angulosa trasciende el plano: se articula sutilmente también en el volumen del edificio, una masa de una sola planta que enfatiza la dinámica horizontal y parece cortar su entorno. El techo plano se eleva ligeramente hacia el sur, aportando un sutil movimiento a la forma y, funcionalmente, facilitando el drenaje del agua. El acento vertical principal es una claraboya lineal y expresiva, que atraviesa el plano del techo sobre el corredor principal como una cuchilla. Esta incisión de luz no solo dramatiza la zona de entrada, sino que también extiende visualmente su eje hacia el interior de la estructura.
El diseño de las fachadas se basa en el principio del contraste, reflejando la lógica funcional interna. La fachada norte, orientada hacia el acceso, es casi ciega y monolítica, con un acabado principal en hormigón texturizado. Este muro cerrado genera intriga y garantiza privacidad, con su solidez interrumpida únicamente por la vitrina retranqueada de la entrada, que parece invitar a una mirada al interior.
Una atmósfera completamente opuesta se crea en las fachadas suroeste y este. Aquí, el edificio se abre hacia su entorno con amplias vitrinas de vidrio, enmarcadas en elegantes y gráficos perfiles de aluminio oscuro. Estas vitrinas no solo inundan el interior de luz natural, sino que también extienden visualmente los espacios habitables hacia el exterior, disolviendo el límite entre interior y exterior. La paleta minimalista de la fachada –hormigón, vidrio y metal oscuro– resalta la pureza de la forma y la importancia de la geometría.
La atención arquitectónica al detalle se evidencia no solo en las fachadas, sino también en las soluciones interiores, donde continúa la estética minimalista.
Este proyecto es un ejemplo de cómo una solución geométrica audaz puede convertirse en la base de una arquitectura funcional y estéticamente madura. Aquí, la forma triangular no es simplemente un juego formal, sino una herramienta para crear una secuencia espacial dinámica y un carácter distintivo. Los arquitectos han manejado magistralmente la compleja geometría mediante medios expresivos mínimos, un detallado refinado y una materialidad sensible, dando lugar a una obra arquitectónica conceptualmente coherente y visualmente impactante.
